Novedades

05-01-2018

Temas pendientes en el aeropuerto Jorge Chávez

+

Las operaciones en el Aeropuerto Internacional Jorge Chávez han llegado a un límite máximo comparado a su capacidad y potencial. Se atiende actualmente a casi 20 millones de pasajeros al año a pesar de su capacidad para atender 15 millones aproximadamente. Asimismo, se atiende más de 125 mil toneladas de nuestros más importantes productos de agroexportación, entre los que destacan los espárragos, mangos, arándanos, arvejas frescas, flores y paltas, entre otros, que se envían por vía aérea a los principales mercados de América, Europa, Oceanía y Asia. 

La logística del transporte aéreo de carga tiene una complejidad particular que debe ser tomada en cuenta y hoy es un problema a resolver por el importante crecimiento de las operaciones que no ha sido acompañado con la ampliación de la infraestructura necesaria por falta de espacio. Una solución temporal posible es descongestionar el tráfico aéreo en el aeropuerto Jorge Chávez en tanto se ejecutan las obras de ampliación que durarían cinco años. Los terrenos adyacentes de las Fuerzas Armadas podrían ser bien utilizados para ampliar esta capacidad de atención del primer terminal aéreo del país. Esta iniciativa es realmente necesaria en momentos en que el tráfico de pasajeros y de carga ha superado la capacidad de la actual infraestructura aérea, lo cual está generando alta congestión y retraso en los vuelos.

 El problema de la infraestructura actual no solo limita el ingreso de nuevas aerolíneas, sino también la expansión y desarrollo de aquellas que ya operan, pues se les dificulta programar nuevas frecuencias y ofrecer tarifas promocionales que incentiven un mayor tráfico de pasajeros. Esta problemática genera sobrecostos a las aerolíneas y empresas de servicios, quienes en la actualidad vienen asumiéndolos. “El problema de la infraestructura actual no solo limita el ingreso de nuevas aerolíneas, sino también la expansión y desarrollo de aquellas que ya operan".

Las autoridades competentes deben señalar cuanto antes qué áreas deben ser transferidas temporalmente al operador del aeropuerto, y definir cuáles serán sus usos a fin de que pueda ejecutarlas obras necesarias que permitan agilizar el tráfico de pasajeros. Esto permitirá a su vez evitar que se siga restringiendo el acceso a los aviones cargueros, cuya atención se ha limitado a franjas horarias y a escasas posiciones de estacionamiento.

En el caso de las agroexportaciones peruanas, la celeridad en el transporte es un factor crítico por la perecibilidad de la carga y la necesidad de asegurar que esta llegue a su destino en las condiciones de calidad exigidas por el importador extranjero y los consumidores finales.

Más del 30% de los productos de agroexportación de nuestro país son transportados en aviones cargueros. Por ello, la solución temporal que se implemente en el aeropuerto Jorge Chávez no debe dejar de considerar una alternativa para la carga aérea que se transporta bajo esa modalidad. Pero, además de resolver el problema del referido aeropuerto, es también necesario proyectarla infraestructura de carga aérea que debe hacerse cerca de los centros de producción agroindustrial de exportación.

Hay que tener en cuenta las zonas de Piura, Lambayeque, La Libertad, Ica y Arequipa. De esta forma, en algunos años la producción de miles de toneladas de espárragos, mangos, arándanos, arvejas, flores y paltas, entre otros productos de agroexportación, ya no tendrían que recorrer hasta más de mil kilómetros para llegar al aeropuerto Jorge Chávez para ser embarcados a su destino final.

Este es un tema a resolver en el futuro cercano, pero cuya planificación y ejecución debe también empezar hoy.